FIBRA ÓPTICA O NEGOCIO POLÍTICO

¿TIENEN QUE PAGAR LAS OPERADORAS DE TELEFONÍA EL 3%?

Un municipio como Telde, lugar donde se fundó la primera ciudad de esta isla, no puede seguir a estas alturas del siglo XXI careciendo de fibra óptica en todo el municipio. La única explicación plausible, es sencillamente la falta de colaboración política, en la resolución de un tema candente y necesario para la sociedad y sus comunicaciones. 

A estas alturas, no es posible aceptar que en muchísimas zonas del municipio, se siga con esa velocidad lentísima y tercermundista, como es el denominado INTERNET RURAL, para la cantidad de datos que utiliza un crio solo con acceder por esta vía a su colegio. Es cuando nos llega a casa el cable de ADSL. En este caso, solo una operadora lo ofrece y el resto, que utilizan su red, suelen ser más caras y lentas que la cobertura directa. Internet móvil (3G y 4G). El móvil dejó de ser sólo para realizar llamadas. Ahora también permite conectarte a Internet con un móvil, lo que conlleva a la utilización de datos que sobrepasan lo ofertado por tu compañía móvil y pagas a precio de oro, todos los meses en tu factura.

Las compañías de móviles, que casi todas son operadoras de redes en internet, tienen un negocio inigualable y muy próspero. Estamos hablando de cientos de millones de euros mensuales, sí, has oído bien, CIENTOS DE MILLONES DE EUROS MENSUALES. Son ellas mismas las que no implantan la fibra óptica, con el cuento de los gastos que conlleva para sus cuentas de resultados, esa inversión. Suelen utilizar la excusa, culpando a los políticos de los distintos municipios, que dicen les ponen trabas al desarrollo de la fibra. Si estas pagando entre 49 y 70 euros mensuales de tu conexión a una operadora, solo tienes que multiplicar esa cantidad por las líneas de banda ancha fija o Internet superan los 15 millones en España y te puedes imaginar que a una media de 60 euros por cliente, serían: 900 MILLONES DE EUROS MENSUALES

La cosa esta muy clara, unos culpan a los otros y seguimos sin tener fibra en todo el municipio. Mi opinión es, que mientras los políticos impiden ese desarrollo de la fibra óptica, las operadores siguen ganando millones a espuertas. Claro, que también, esos mismos políticos están a la espera de saber que les ofrecen esas operadoras a cambio de facilitarles ese desarrollo. Como siempre la avaricia económica mordiéndole la economía a la sociedad. 

Veamos, ¿si el 95% de la sociedad utiliza las redes sociales, para comunicarse, no es una necesidad social?. Los que mantienen la economía de un municipio, son los autónomos. Unas personas emprendedoras, que necesitan estar al día en unas comunicaciones muy rápidas, para poder ofertar sus negocios y expandir sus ofertas. Unas personas que sí desean competir con su trabajo/producción y expandirlo, necesitan contratar personal, lo que aumenta la necesidad de unas redes de comunicación rápidas, muy rápidas, lo que conlleva reducir las listas de parados, con lo que se aumenta la economía del municipio.

Si el ayuntamiento libera las instalaciones de fibra óptica, el valor real del municipio se multiplica hasta el infinito. Con unas condiciones lógicas y fáciles de lograr, este municipio sería de la noche a la mañana un lugar preferente donde crear y asentar empresas. Lo que conlleva la revalorización del suelo. No se debe consentir que existan polígonos industriales en el municipio, donde carezcan de fibra óptica y los hay.

Por necesidades económicas, muchísimas familias están vendiendo sus casas, pero la situación sigue igual o peor. ¿Quién en su sano juicio, puede comprar una vivienda donde no puede tener instalada la fibra óptica, necesaria para los estudios de sus hijos, para su trabajo y para participar en redes sociales, además de informarse diariamente de las noticias en general?, hasta ese punto se observa a donde llega la falta de fibra óptica.

Estos días, me he enterado que una urbanización en un barrio de este municipio, donde existen cientos de personas viviendo, a día de hoy hace más de tres décadas (30 años) que fue recepcionado por el ayuntamiento y la urbanización lleva más 30 años habitada. En el año 2006 el Cabildo hizo una inversión de 222.000 euros para arreglo de las aceras en diferentes barrios uno de ellos Piletillas, todas las obras supervisadas por nuestro Ayuntamiento, que con buen criterio instaló dos tuberías para soterrar los cables de Telefonía. Ahora que quieren soterrar la fibra óptica, la Concejala Lidia Mejías dice que esas tuberías no pertenecen al Ayuntamiento. Lo mismo son de los extraterrestres, vivir para ver. 

Como decía Francisco de Quevedo: "Nadie te ofrece tanto como el que no va a cumplir.....”, una vez más el consistorio vuelve a fallar y como dijo, esa que se hace llamar concejala de urbanismo “....al no estar recepcionado el barrio, pueden ustedes negociar directamente”.

Existe otra versión que dice: “El Ayuntamiento no ha recepcionado aún la urbanización, lo que impide que Telefónica ejecute la obra de instalación de la fibra óptica”. En pocas palabras unos por los otros y la casa sin barrer, mientras los políticos están, supongo, esperando a ver en que queda el “3%” y mientras, el pueblo se aguanta con lo votado.

El secretario territorial de Canarias de Movistar Telefónica, Carlos Llorente, y el asesor jurídico de la empresa, Sebastián Robles, reconocen públicamente, que los ritmos de implantación de la compañía no han sido los adecuados ni los acordados en su momento. Hasta ahora, los planes de expansión no se han cumplido ni se adaptan a las demandas de la ciudadanía, por ello se ha anunciado un calendario inmediato de expansión de la fibra óptica. En este sentido, la entidad ha asegurado que antes de que acabe el año la fibra óptica estará desplegada en los barrios de Tara, La Higuera Canaria, Valle Casares, Piletillas, Lomo Taliarte, San Juan y San Francisco, entre otros. Pero no ha dicho "...QUE AÑO..."

Y así estamos en todo el municipio, hablo ahora de Piletillas, pero también podría señalar a Ojos de Garza, Túfia, La Higuera Canaria, La Pardilla, etc… Mientras el pueblo se ve obligado a gastarse un dinero que no tiene, pagando unos miles de datos informáticos a unas empresas sentadas a verlas venir, mientras se llenan los bolsillos, con el favor de los politicos.